Aprendiendo de las experiencias de otros profesionales.  Desarrollo de un análisis DAFO en el equipo UCI del Hospital Cruz Roja de Córdoba

Aprendiendo de las experiencias de otros profesionales. Desarrollo de un análisis DAFO en el equipo UCI del Hospital Cruz Roja de Córdoba

El 4 de octubre de 2022 vivimos el primer encuentro de la comunidad HO.  Ha sido la ocasión de conocer de primera mano la andadura de dos sanitarias cordobesas que han compartido su experiencia.

La doctora Noelia Muñoz, jefa de servicio y Sheila Pulgarín, supervisora de la Unidad de Cuidados intensivos y reanimación del Hospital Cruz Roja de Córdoba nos contaron cómo decidieron hacer un análisis interno y externo de la situación de su unidad asistencial.

Noelia y Sheila se encontraron hace unos meses frente a un equipo devastado emocionalmente por la situación vivida durante tantos meses de pandemia.

Ante este escenario, se plantearon realizar unos almuerzos de trabajo con su equipo para valorar la situación. Pero quisieron ir más allá y hacer un análisis desde dentro, en el que todos los miembros del equipo pudieran aportar ideas y soluciones que les ayudaran a mejorar.

Como nos comentó Noelia, querían que ese análisis viniera del propio equipo, en lugar de venir impuesto como suele ser el caso por la gerencia del hospital. Querían dar voz a los compañeros: que pudieran señalar los puntos negativos, pero que pensasen también los puntos positivos que concernían al servicio. Esas fortalezas y oportunidades que, aunque cueste identificar, también están ahí.

Para poner en marcha esos almuerzos de trabajo decidieron salir del hospital y reunirse en un salón de un hotel que les ofrecía un ambiente más distendido, alejado del lugar de trabajo. Para hacer frente a este gasto recurrieron a una bolsa asignada a la UCI: en lugar de hacer uso individual de este fondo, optaron por hacer un uso grupal y destinarlo a una actividad que beneficiaría a todo el equipo.

Los primeros minutos del almuerzo fueron un poco tensos porque algunos compañeros no entendían bien cuál era el objetivo de la reunión. Había una sensación de “nos vienen a echar la bronca”, pero pronto se relajaron los ánimos y el hecho de entender que se podían expresar con libertad hizo que se calmara la tensión (ante la perspectiva de “ser escuchados de verdad”). Esto se reflejó en el DAFO que resultó de ese primer almuerzo. Muchos de los puntos que surgieron tenían que ver con sentimientos: muchas de las debilidades y amenazas que detectaron tenían que ver con su propia relación interna. La pandemia había tenido el efecto de hacer aflorar los sentimientos.

Una vez que todos (alrededor de 30 personas) expresaron sus puntos de vista, hubo que hacer una selección. Muchas de las ideas expresadas se repetían (necesidad de formación, mejorar protocolos…) pero lo que más les llamó la atención es que determinados puntos que algunos veían como amenazas, a otras personas les parecían oportunidades.

Otro de los puntos que trataron fue la formación de grupos de trabajo en función de las áreas de interés de las personas. Propusieron a los miembros del equipo que, centrándose en esos puntos en los que habían coincidido que había que incidir: necesidad de formación y de establecer protocolos de actuación, eligieran aquellas áreas sobre las que ellos mismos querían trabajar (las más cercanas a sus centros de interés).
De este modo, ellos mismos tomaban las riendas de los proyectos que les interesaban en lugar recibir por imposición tareas en las que posiblemente no se verían implicados. Convirtiéndose en líderes y expertos en ese protocolo.

Florent apuntaba que según los criterios que se suele seguir para realizar un DAFO, no se deben establecer más de 4 o 5 puntos por cada uno de los cuadrantes del análisis para “afinar el tiro”.

Otro de los temas que surgió en esta reunión es el de la comunicación interna y el ambiente en la unidad. Para huir del bombardeo constante de whatsapps, decidieron recurrir a un método tradicional y habilitaron una pizarra /tablón en la que compartir informaciones.

Además, contaron con la ayuda de una neuropsicóloga que trabaja en su hospital para realizar un análisis del estado emocional tanto del equipo como individualmente, en el caso de aquellos sanitarios que tras la pandemia habían quedado más afectados anímicamente.

En la segunda reunión (seis meses después) la actitud de los miembros del equipo había cambiado. Acudían con mejor predisposición y con ganas de participar. Los sanitarios y sanitarias que habían desarrollado protocolos explicaron a sus colegas los progresos en sus proyectos incluyendo información sobre qué habían hecho bien, qué puntos consideraban que necesitaban soluciones o mejoras y qué harían personalmente para solucionar los problemas o qué mejoras implementarían.

A partir de estas dos reuniones iniciales se establecieron las bases de un trabajo en equipo en el que todos sus miembros tienen la posibilidad de opinar e implicarse en actividades que hacen progresar a todos.

Florent cerro este primer encuentro de la Comunidad Hospital Optimista lanzando un reto a Noelia y a Sheila explicándoles que existe una nueva forma de análisis propuesta por la investigadora norteamericana Jackie Stavros que hace evolucionar el DAFO mediante la indagación apreciativa. Centrándose en alinear las fortalezas hacia las aspiraciones en el sentido de las oportunidades. Es el llamado análisis SOAR (Strengths, Opportunities, Aspirations, Results = Fortalezas, Oportunidades, Aspiraciones y Resultados) que se focaliza en lo que a uno se le da mejor buscando una fuente de energía y confianza para marcar pequeñas y grandes metas y conseguir los resultados deseados.

Noelia y Sheila aceptaron encantadas el reto y prometieron tener al corriente de sus resultados al resto de miembros de la comunidad Hospital Optimista.

Aquí puedes ver un resumen de algunas de las cosas que nos contaron