La seguridad psicológica, elemento clave para lograr auténticos equipos

La seguridad psicológica, elemento clave para lograr auténticos equipos

Hablemos de seguridad psicológica…

Alberto Sansón y Florent Amion nos ofrecieron ayer una nueva conversación de optimistas.

En esta ocasión, el tema tratado era el que se presentaba en el primer módulo que ha dado a conocer el campus FHO: ¿Tus colaboradores trabajan en el mismo servicio o jugáis en equipo? Descubre el concepto de seguridad psicológica y las claves para fomentarlo en tu unidad

Y para profundizar en este concepto, contaron con la presencia de dos de las alumnas que han realizado ya el módulo y que quisieron compartir sus opiniones y experiencias: Susana Varela, Supervisora de la UCI pediátrica del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de La Coruña y Mari Carmen Cuenca, enfermera de reanimación en el Hospital Universitari i Politecnic La Fe, de Valencia.

¿Qué es la seguridad psicológica?

Para poner en contexto, Florent, que es también el docente de este módulo, explicó en qué consistía lo que hemos dado en llamar seguridad psicológica (concepto descrito por la investigadora de la Universidad de Harvard, Amy Edmondson, en su obra The fearless organization):

Es fundamental que los miembros del equipo tengan la seguridad de que ninguno de sus compañeros o superiores les avergonzará o castigará por admitir un error, por hacer una pregunta o por presentar una nueva idea. Esta seguridad psicológica que sienten los miembros del equipo genera un ambiente creativo, participativo y de aprendizaje continuo.

Unidades que trabajan la seguridad psicológica sin ser conscientes de ello

Susana comentó que, ya antes de conocer este concepto a través del módulo, en su equipo multidisciplinar de UCI pediátrica ya se viene trabajando así desde hace años: Médicos, auxiliares, enfermeras… todos y todas se esfuerzan  por lograr esa anisada seguridad psicológica que les permita trabajar sin miedo a ser criticados por haber dicho o hecho determinadas cosas, y les ayude a progresar como profesionales; siendo capaces de reconocer un error, ya que este no deja de ser una oportunidad de aprender y mejorar.

También recalcó la importancia de acoger a los nuevos miembros que entran al equipo explicándoles cómo se trabaja en el servicio y cómo los errores forman parte de ese aprendizaje y adaptación al nuevo ecosistema de trabajo.

Florent estuvo de acuerdo con Susana en que en muchas ocasiones llegan a nosotros nuevos conceptos que nos hacen sentirnos identificados y pensar que esta ha sido nuestra manera de trabajar y nuestro objetivo desde hace muchos años. Es este, precisamente, el momento de plantearnos si de verdad lo estamos haciendo lo mejor que podemos o si tal vez sea posible ir un poco más allá y mejorar la cultura organizacional del equipo.

Y, en el caso de la seguridad psicológica, una forma sencilla de hacer un chequeo rápido del estado de nuestro equipo es seguir esta auditoría que se presenta en el módulo del campus FHO:

Auditoría seguridad psicológica

Nos ayudará a confirmar en 5 minutos si nuestro servicio disfruta de seguridad psicológica, y pondrá el debate sobre la mesa. Teniendo referencias comunes conocidas por todos los miembros del equipo.

Mari Carmen comentó que el módulo sobre seguridad psicológica (así como otros de los que se proponen en el campus FHO, con temas tan diversos como: inteligencia emocional, resiliencia, humor y salud…) tienen una indudable utilidad profesional, pero también podemos aplicar lo aprendido al ámbito personal, contribuyendo a mejorar ambas facetas de nuestra vida.

Las micro expresiones. Ese lenguaje corporal indeseable

Según apuntaba Florent, uno de los factores que determinan la seguridad psicológica, y que resulta difícil de controlar, son las micro expresiones de las que habla en este post.

En ocasiones no hace falta que hablemos para que alguien pierda la confianza. No solemos ser conscientes del mensaje que nuestro cuerpo envía constantemente.

Nuestro cuerpo comunica, aunque no lo hagamos verbalmente. Por eso debemos cuidar el lenguaje no verbal, esas expresiones involuntarias de la cara que pueden durar una fracción de segundo y echar por tierra la confianza de la persona con la que estamos hablando, mostrando desprecio, desconfianza, burla, etc.

Lo que Florent definió como “la micro sonrisa asesina” y Alberto amplió a “el whatsapp asesino”: cómo en muchas reuniones de equipo, distintas personas están constantemente mandando mensajes de crítica a los compañeros, generando un ambiente de burla y desconfianza hacia la persona que está hablando y a la que, evidentemente, no están prestando atención, si no es para burlarse.

Compartir sentimientos para aprender a jugar en equipo

Susana recalcaba la importancia de interesarse por conocer los sentimientos de los miembros del equipo: que sean capaces de identificar cómo se sienten. Y los líderes formales deben fomentar espacios de intercambio en los que sentarse a charlar y compartir valores y formas de trabajar que hagan que todos remen en el mismo sentido.

Mari Carmen expuso los problemas que se presentan en su unidad (reanimación de adultos del Hospital La Fe de Valencia), ya que, al ser un servicio muy grande que agrupa varios cientos de personas de distintas especialidades y categorías, resulta difícil de coordinar. Esto, unido a una infraestructura complicada y unas evidentes barreras arquitectónicas, hace que sea complicado “jugar en equipo” y, si bien existen distintos sub-equipos por categoría, es necesario coordinarlos en un gran equipo que reagrupe todos los eslabones.

En relación con esto, Florent mencionó los trabajos de Michael West, que recalca la importancia de generar una interdependencia estructural. Trabajar juntos sin importar categorías o especialidades para lograr unos objetivos compartidos y fomentando una verdadera reflexión común. Rompiendo los silos.

El médico que consultaba a las limpiadoras

Según comentó Susana, en su equipo han logrado convertir las sesiones clínicas en sesiones de equipo donde se habla de la evolución clínica del paciente, pero todos profesionales tienen algo que aportar y todas las voces son escuchadas.

A propósito de estos comentarios de Susana, Alberto recordó una anécdota que le sucedió cuando estaba en su tercer año de residencia: trabajando en una unidad de cuidados paliativos observó que un médico, tras la ronda de visitas a los pacientes, acudía a la zona donde estaban las limpiadoras y les preguntaba por determinados pacientes y su opinión relativa al estado en el que se encontraban y si, desde su punto de vista, necesitaban aumentar la dosis de analgésicos para hacer frente al dolor. Ese doctor no tenía ninguna duda de que esas opiniones tenían mucho valor, ya que la relación de los pacientes con las limpiadoras tenía una calidez humana, una confianza y una cercanía a la que los médicos raramente lograban acceder.

Una vez más, vemos un ejemplo de aquellos profesionales que llevan a la práctica la seguridad psicológica de un modo más o menos consciente. Por eso, los líderes deben ser motores del cambio y poner sobre la mesa esas buenas prácticas que ya existen para que se lleven a cabo de manera consciente y organizada.

 

 

Conversaciones de optimistas con José Carlos Igeño

Conversaciones de optimistas con José Carlos Igeño

El 14 de noviembre de 2018 se celebró la IV Gala de los Premios Fundación Hospital Optimista, donde se daban a conocer los ganadores de las diferentes categorías de esta edición.

La emoción de los asistentes se respiraba mientras Joaquín Prat, presentador de la gala, iba nombrado las diferentes categorías de los premios.

Cuando llegó el turno de la categoría de Mánager Positivo, subieron al escenario los tres finalistas de esta categoría, entre ellos José Carlos Igeño, Jefe de Servicio de la UCI del Hospital San Juan de Dios de Córdoba.

Quien se llevaba las manos a la cabeza de emoción, al conocer que su esfuerzo y trabajo constante ahora se verían reflejados en un trofeo ganador, el primer premio era para él.

El mes pasado tuvimos la suerte de recibir su visita, conocer a un mánager diferente, un mánager positivo que compartió con nosotros las claves de su forma de trabajar.

No podíamos dejar escapar esta gran oportunidad, nuestra nueva sección de entrevistas “Conversaciones de optimistas” debía ser inaugurada con él.

Durante esta entrevista pudimos conocerle mejor. Ya sabíamos que no era un mánager común, aun así, consiguió sorprendernos.

José Carlos nos describe la medicina como “una profesión científico humanista”. Nos trasladó la importancia de que tanto la ciencia como la humanidad trabajen conjuntamente, sin olvidarnos de ninguna de ellas, ya que ambas son igual de necesarias en la recuperación de los pacientes.

Pudimos conocer su preocupación por mantener en su servicio un equipo cohesionado, en el que siempre se puede hablar de todo, incluso de los errores.

A diferencia de otros mánagers, para José Carlos Igeño fallar “es bueno porque has hecho algo”. De los errores siempre se aprende, por ello es mejor intentarlo a quedarse sin hacer nada por miedo a errar, es lo que nos permite mejorar día a día.

También es importante medirlo todo, buscar áreas de mejora y potenciar todo aquello que ya hacemos bien, por ello para él es tan importante saber la salud psicosocial de su servicio. Una de las formas para conocer estos datos fue la herramienta HERO CHECK HOS (estudio realizado de manera gratuita durante el proceso de inscripción a las candidaturas de Centro Sanitario, Gerente Nariz Verde, Servicio Hospitalario y Mánager Positivo) que le permitió tomar conciencia del estado real de su servicio y volverá a utilizar este año, para conocer cómo han progresado como equipo.

Conoce al primer mánager positivo en esta conversación de optimistas y déjate inspirar por una forma diferente de trabajar.