¿Cómo llevar el optimismo a los hospitales? 

¿Cómo llevar el optimismo a los hospitales? 

Lanzamiento de la versión digital de Soñando con un hospital optimista 

El pasado 31 de marzo disfrutamos de una conversación de optimistas muy especial… Cuando se cumplen tres años de la publicación de Soñando con un hospital optimista; la Fundación Hospital Optimista lanza la versión digital en inglés, francés, portugués, alemán y chino, además, por supuesto, de en español… De este modo acortamos las distancias acercando las enseñanzas del colibrí y el Capitán Optimista a los sanitarios de todo el mundo. 

En la conversación de optimistas de ayer, acompañando a Alberto Sansón y a Florent Amion, estuvieron José Fonseca Pires (coautor del libro) y Nuria Sardá, adjunta a Dirección del Hospital Universitari Sant Joan de Reus  y responsable del área de la Ciudadanía, Calidad y Responsabilidad Social. 

 

Cómo surgió la semilla de Soñando con un hospital optimista 

José y Florent rememoraron cómo nació la idea de escribir un libro que ayudara a las personas que quieren cambiar los hospitales desde dentro, con herramientas para lograr ese cambio y que pusiera en valor las buenas prácticas que ya se estaban llevando a cabo en los centros sanitarios. 

A partir de este proyecto que Florent mostró a José, unieron fuerzas para redactar un libro que tradujera el léxico de las organizaciones a un lenguaje mucho más accesible para cualquier persona que trabaje en un hospital: una obra de divulgación que presentase de forma sencilla las herramientas más modernas en gestión de organizaciones, centrándose en la gestión de las organizaciones sanitarias. 

José señala que uno de los principales puntos en los que estuvieron de acuerdo desde que comenzaron a avanzar en la redacción del libro, es que este debía centrarse en el “para qué”, el propósito que lleva a algunas personas al sector sanitario 

José también comentó que este libro tiene como público el mundo sanitario, incluyendo todos los grupos profesionales que lo conforman: no solo los dedicados a funciones más puramente médicas o sanitarias, sino también a los que están detrás: gestores, administrativos… pero que en todos los casos sueñan con ofrecer servicios sanitarios más humanos. Que, sin dejar de ser eficientes, sean además cercanos y amistosos sin dejar de lado la innovación y el desarrollo. 

Florent apuntaba que otro de los objetivos del libro es romper los silos que se producen en los centros sanitarios, en los que las diferentes ramas profesionales encuentran dificultades para colaborar entre sí a causa de la propia complejidad de la estructura hospitalaria. Esta compartimentación no ayuda a lograr ofrecer la experiencia paciente que sería deseable. 

Por todo ello, el libro va dirigido a cualquier persona dentro de las organizaciones sanitarias, con especial atención a aquellos que tienen responsabilidades y a la alta dirección, que tiene capacidad de elección y son responsables finales de muchas de las cosas que suceden en los hospitales. 

 

Un libro más de actualidad que nunca 

Alberto quiso saber si a pesar de la situación excepcional vivida en los hospitales en el último año (con cambios, en ocasiones, disruptivos) debido a la pandemia, el libro seguía vigente 

José no dudó en afirmar que el tiempo pasado desde la publicación inicial del libro y la pandemia ponían “Soñando con un hospital optimista” aún más de actualidad que hace tres años 

Hoy, más que nunca, se pone de manifiesto que el sistema está en crisis: los pacientes necesitan una atención humanizante y humanizadora, los profesionales están al borde del burnout y todos ellos necesitan están visión optimista que transmite el libro, del que se pueden extraer lecciones que nos ayuden a salir de esta situación límite. 

A través de preguntas que invitan a una reflexión profunda, se llega a las recetas que pueden servir a nivel individual para aquellas personas que están al borde del burnout; replanteando el propósito de cada miembro del hospital y reactivando la motivación que en origen impulsó a esa persona a elegir una profesión sanitaria 
El libro no hace más que presentar y divulgar a través de un lenguaje sencillo y las coloridas ilustraciones de Fernando Jiménez, lo que dice la ciencia al respecto invitando a la reflexión para el cambio.  

 

Los “superpoderes” de los sanitarios 

En referencia a los “superpoderes” que en el libro se atribuyen a los sanitarios, José citó uno que todos tenemos y que a veces olvidamos por la presión o el cansancio: se trata de nuestro deseo de ser felices y de que la puerta de la felicidad abra hacia afuera. Cuando damos a los demás lo mejor que tenemos, esto nos llena de felicidad. Trabajar cuidando y ayudando a las personas enfermas es un privilegio. Ese servicio a los demás nos enriquece. 

Florent citó el agradecimiento como otro de esos “superpoderes” que llevamos dentro y genera bienestar tanto para los propios sanitarios como para sus compañeros de trabajo y para las personas a las que cuidan. Cuando nos paramos a observar lo bueno que hay a nuestro alrededor todo se transforma y cobra sentido. 

Tanto Florent como José recalcaron la importancia de cuidar a quienes nos cuidan (con especial atención a la gestión que se hace de los equipos humanos desde la dirección del hospital), y que ellos mismos sean conscientes de su necesidad de descanso y de reponerse, sabiendo dónde están sus límites y poniendo el foco en su propia salud y su bienestar, ya que, si no es así, no estarán en forma para ejercer su profesión. 

 

La experiencia del Hospital Sant Joan de Reus 

Nuria Sardá es adjunta a Dirección del Hospital Universitari Sant Joan de Reus y responsable del área de la Ciudadanía, Calidad y Responsabilidad Social. Hace algo más de un año vio en la página web de la Fundación Hospital Optimista una de las galas de entrega de premios y pensó que esta filosofía era la que ya entonces estaba presente en su hospital 

El plan estratégico que habían desarrollado en el Hospital Sant Joan fomentaba el trabajo conjunto de pacientes y profesionales. Marcaron un perfil de un profesional tipo teniendo presente la misión, visión y valores del centro, haciendo que los profesionales se involucren en puntos como saber trabajar en equipo, estar abierto a las innovaciones, poner el paciente en el centro, ser corresponsable… y esto les sirvió para conocer a las personas que se ocultaban tras los profesionales, sacando lo mejor de cada uno. Y a que los profesionales se sintieran orgullosos de trabajar en el hospital, aumentando el sentido de pertenencia. 

Cuando estaban poniendo en marcha este plan estratégico, conoció el libro y se sintió tan identificada con lo que encontró entre sus páginas, que regaló 5 ejemplares a sus colaboradores para compartir con ellos esta visión. 

Nuria recalcó la importancia de fomentar la confianza de forma transversal entre todas las personas que trabajan en el hospital evitando las críticas negativas y el achacar los fallos a los demás servicios, ya que trabajando con la vista puesta en un bien común se avanza mejor.  

Nuria compartió algunas de las acciones que llevan a cabo en el hospital y que tienen como fin cohesionar a los miembros de la organización, dando protagonismo a unos y a otros para que se conozcan mejor entre sí y evitar así los silos. 

En su hospital están abiertos a todas las propuestas, como por ejemplo la una auxiliar de clínica que propuso incluir en la bandeja de desayuno de los pacientes enfermos de COVID una frase para animarlos. El servicio de cocina acogió la idea sin problemas y desde entonces la bandeja de desayuno se ha convertido en una forma más de comunicarse con los pacientes, invitarles a participar en actividades, felicitarles las navidades, etc. 

Alberto cerró la conversación diciendo que libros como este son imprescindibles porque necesitamos poner el foco en las acciones que propone; porque esa forma de relacionarnos en el hospital debe ir en la línea que marca el libro: inspirando confianza. 

Daniel Castillo Díaz, nuestro Capitán Optimista 2020

Daniel Castillo Díaz, nuestro Capitán Optimista 2020

De entre todos los galardones que entrega nuestra fundación, el de Capitán Optimista es especial por tratarse de un reconocimiento que valora el liderazgo informal de los profesionales y su capacidad para hacer que, trabajando con ellos, las cosas parezcan más fáciles… Se trata de aquellos profesionales de la sanidad que ponen sus fortalezas al servicio de los demás.

capitán optimistaHace ya casi cuatro años, en la edición de 2017 un joven doctor albaceteño, Antonio Cepillo, fue proclamado por votación popular Capitán Optimista en la III Gala de premios Hospital Optimista. Él marcó con su carisma y forma de hacer lo que hoy entendemos como un capitán o capitana optimista de la sanidad. Cuando en 2019 nos dejó para siempre, víctima del cáncer contra el que llevaba años luchando, no tuvimos la menor duda: esta distinción debía llevar su nombre.

Durante el pasado mes de diciembre, y a través de la red social Facebook, tuvieron lugar las votaciones populares destinadas a elegir al ganador de esta categoría, el premio especial “Capitán Optimista-Dr. Antonio Cepillo”.

En esta edición de 2020 han sido diez los candidatos y candidatas a Capitán Optimista que se han presentado a la elección: entre todos ellos, Daniel Castillo Díaz arrasó obteniendo 855 votos. Muy por delante de su inmediato competidor, el jienense Francisco José Serrano Martínez.

Daniel Castillo Díaz, Capitán Optimista 2020 por aclamación popular

Se trata, como hemos comentado, de un título honorífico elegido por votación popular: Son los propios compañeros, amigos, pacientes, quienes votan por el profesional que ellos consideran su Capitán Optimista. En la VI edición de los premios de la Fundación Hospital Optimista (cuya gala anual se celebró el 18 de enero en formato online), el elegido como Capitán Optimista ha sido Daniel Castillo Díaz, supervisor de hospitalización médica, quirúrgica y psiquiatría en el Hospital Universitario de Torrevieja.Daniel Castillo

Fue Pepa Soriano, directora de enfermería de este centro, quien presentó la candidatura de Daniel, convencida que su popularidad en el hospital y su perfil humanista dentro y fuera del ámbito laboral, harían el resto.

Una vocación humanista

Aunque natural de Pinos Puente, Granada; tras una experiencia de unos años trabajando en Italia, Daniel ha desarrollado su carrera profesional en el Hospital Universitario de Torrevieja, en el que comenzó en la unidad de medicina interna para pasar posteriormente a psiquiatría cuando abrió esta unidad y desde hace unos siete años trabaja como supervisor de hospitalización.

Él siempre supo que su vocación profesional estaba ligada a las personas: a su cuidado y asistencia. La enfermería reunía todas las características relacionadas con la aplicación de la medicina en su versión más humanista.

El valor del equipo

Daniel destaca por su humildad y, aunque se siente abrumado por el reconocimiento de haber sido elegido Capitán Optimista, no deja de recordar que el equipo es todo. En sus propias palabras el equipo es “el motor y el corazón del hospital”.

Según dice el propio Daniel, puesto que el fin último de la enfermería, y de las demás profesiones ligadas a la sanidad, es cuidar al paciente, también debemos cuidar al que cuida. Esto se traduce, en el caso de los mánagers o mandos intermedios del hospital, en una permanente disponibilidad y escucha de las necesidades de su equipo.

Una actitud ejemplar durante la pandemia

Durante las semanas más difíciles de la pandemia, Daniel no bajó los brazos. Al contrario, se volcó con sus pacientes intentando hacerles la vida más fácil: organizó visitas “sorpresa” de animales de compañía a sus dueños en el hospital, veló por que ningún paciente se quedara sin su videollamada diaria en los casos en los que el contacto físico no era posible, organizó conciertos musicales en los pasillos de las plantas, felicitó con sorpresa incluida y en persona a todos los pacientes que cumplían años y los que celebraban su aniversario de bodas durante el ingreso, incluso estuvo allí en las duras despedidas ante los fallecimientos.

                                      

Pero su esfuerzo diario no terminada al finalizar su turno de trabajo. Al volver a casa y subido a la terraza de su comunidad, se disfrazaba cada día de un personaje de dibujos animados y realizaba un espectáculo para todos los niños de la urbanización que esperaban ilusionados ese momento de diversión que les alegraba en los largos días del confinamiento.

Compartir buenas prácticas

Daniel siente que desde la dirección del hospital recibe todo el apoyo necesario para trabajar en este sentido. Todas las innovaciones que propone son bienvenidas.

El equipo de Daniel, a través de la supervisora de docencia del Hospital de Torrevieja, se encarga de publicar, compartir y dar a conocer en congresos y encuentros de humanización las buenas prácticas y avances que se hacen en el hospital en este ámbito.