Cuidar a los que cuidan. Ayudar a los que ayudan

Cuidar a los que cuidan. Ayudar a los que ayudan

Era el año 2015 y arrancaban los premios Hospital Optimista. En el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, un emocionado Gabriel Heras recibía el premio al mejor proyecto por su iniciativa, que también daba por aquel entonces sus primeros pasos en el Hospital Universitario  de Torrejón: el proyecto HU-CI
El premio incluía una dotación económica de 1.000 € que el ganador debía destinar a la organización sin fines lucrativos de su elección. La intención de Heras y su equipo era emplear este dinero para constituir la Asociación para la Investigación y Humanización de los Cuidados Intensivos…

Pero la realidad del momento se impuso…

Nepal acababa de sufrir un devastador terremoto esa misma semana de finales de abril. La destrucción que produjo y el déficit de recursos provocaron una crisis humanitaria que se tradujo en 9,5 millones de personas (un cuarto de la población de Nepal) con necesidad de asistencia humanitaria.  
Ante esta situación Gabriel Heras no lo dudó y cambió el destinatario del premio en metálico: decidió destinar la integridad del premio recibido a la campaña que Médicos sin Fronteras llevaba a cabo esos días en Nepal.  

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Han pasado cinco años y el Proyecto HU-CI ha seguido su andadura logrando que sus propuestas lleguen a casi todas las UCIs de España:

cada vez más unidades han flexibilizado sus horarios convirtiéndose en UCIs de puertas abiertas
ha mejorado la comunicación entre los profesionales y los pacientes y sus familias
han mejorado las infraestructuras
han mejorado los cuidados a los profesionales mediante programas de prevención y manejo del síndrome de desgaste profesional

se han materializado muchas otras de las medidas que proponía el Proyecto HU-CI, que se ha convertido en un referente internacional y ya cuenta con más de 100.000 profesionales convencidos de que la atención sanitaria ha de estar centrada en la dignidad de todos sus actores: pacientes, familias y profesionales. 

Aún queda mucho por hacer

Sin embargo, aún queda mucho por hacer en lo que respecta a la humanización de los cuidados. Por eso el doctor Gabriel Heras ha mantenido su empeño en que su proyecto se constituyera en fundación, y el pasado 3 de junio dio el primer paso solicitando el Certificado de Denominación para la Fundación HUCI al Ministerio de Justicia.  
Pero montar una fundación requiere un desembolso de dinero importante, por lo que el Proyecto HU-CI está llevando a cabo estos días una campaña de fundraising destinada a la creación de su fundación.  
En la conversación que mantuvimos con él el pasado 17 de junio, Gabriel Heras nos explicaba que los beneficios de la venta de su libro En primera línea, en el que relata su experiencia frente a la crisis de la COVID-19, también están destinados a este fin.  

Todos podemos ayudar


Con la pequeña aportación de cada uno de nosotros lograrán recaudar los fondos que les acercan a su objetivo. Todos podemos ayudar, aunque sea con un euro. Y desde la Fundación Hospital Optimista hemos querido añadir nuestro granito de arena colaborando con una donación de 1.000 €
Como el propio Gabriel Heras recordaba, esta cantidad es la que obtuvieron en 2015 cuando lograron el premio al mejor proyecto en la primera gala de los Premios Hospital Optimista y  que destinaron a la ayuda a Nepal en lugar de emplearlo para el crecimiento de su propio proyecto.  
De este modo, cinco años después, el premio tan merecido por el Proyecto HU-CI vuelve a ellos, que tan generosamente lo donaron en su día.  
Les deseamos toda la suerte que merecen en la continuación de su andadura. 

Gabriel Heras: «Con esta crisis hemos descubierto que España no tiene el mejor sistema sanitario del mundo, pero sí tiene a los mejores profesionales»

Gabriel Heras: «Con esta crisis hemos descubierto que España no tiene el mejor sistema sanitario del mundo, pero sí tiene a los mejores profesionales»

El pasado 17 de junio Florent Amion charló con Gabriel Heras, médico intensivista en el Hospital Universitario de Torrejón e impulsor del Proyecto HU-CI que nació hace seis años.

Con esta entrevista cerramos la serie de conversaciones de optimistas que han tenido como tema central la experiencia de los sanitarios frente a la COVID 19.

Gabriel Heras ha vivido en primera línea la progresión de la pandemia y la crisis sanitaria que ha generado. Este es, precisamente, el título del libro en el que recoge sus vivencias de estas semanas: “En primera línea”.

Este libro es un homenaje a la memoria histórica de lo vivido durante estos meses, pero también sirve para que la gente conozca como es una UCI por dentro y la necesidad de transformar el sistema hacia un modelo centrado en la humanidad:

Con presencia y participación de las familias, libertad del paciente, mejora de la comunicación, cuidado del cuidador. Que las UCI sean espacios centrados en las personas, en su dignidad, en preservar su intimidad, su comodidad, etc.

Seguir adelante en una situación desesperada

Durante la crisis, tuvieron que adaptar su forma de trabajar a una situación desesperada, donde la presión asistencial era brutal. Una de las peores facetas de esta situación era ver a la gente morir sola. Esto debería hacernos reflexionar hacia dónde queremos que vaya el sistema sanitario.

Pese a todo, la UCI del hospital de Torrejón, donde trabaja el doctor Heras, ha asegurado las medidas de prevención del contagio para que las familias pudieran despedirse mediante el uso de sistemas de protección individual. Ni el coronavirus ni ninguna enfermedad debería restar nuestra humanidad.

Los aplausos: el mejor momento del día

Gabriel Heras nos cuenta cómo el momento de los aplausos era para él, el mejor momento del día. Un rato para compartir una sonrisa con los vecinos de enfrente. Aunque cree que también debería haber habido un minuto de silencio cada día por las víctimas, porque debemos dejar un espacio para vivir las cosas negativas y es una forma de dignificar.

Considera que están muy bien los reconocimientos, pero que esto no es suficiente: los profesionales sanitarios se han dejado la vida literalmente y necesitan cambios. El proyecto HU-CI puso en marcha una iniciativa de atención psicológica para prevenir las secuelas de los profesionales sanitarios en 20 UCI de España, pero algunas Consejerías de Sanidad no les dejaron llevarlo a cabo. Cree que después de lo vivido con la COVID 19 habrá muchos profesionales sanitarios que van a dejar la profesión porque el sistema no los cuida.

Todos juntos arrimando el hombro

Pero él se queda con lo bueno. Todo el mundo arrimó el hombro: compañeros de otros servicios, personal de limpieza, gente de cocina, celadores… todo el hospital hizo piña para que las cosas salieran adelante. Los otorrinos o los anestesistas acudían a la UCI para ver en qué podían ayudar: “venga, escribimos historias clínicas como los residentes, o bien os ayudamos a dar la vuelta a los pacientes”.

Durante esos días vivieron una trampa psicológica. Ellos saben que, como todos, tienen derecho a enfermar, pero los sanitarios se resistían a hacerse la PCR porque sabían que les retendría todo un día en casa esperando el resultado de la prueba y eso era restar fuerzas al equipo; cuando ellos sentían que su lugar estaba en el hospital, trabajando por salvar a los enfermos.

Durante la última semana de marzo, del equipo de nueve médicos intensivistas, cayeron cinco (incluido el propio Gabriel Heras). Si no hubieran recibido el apoyo de otros servicios, hubiera sido imposible. Había una gran capacidad de reinventarse y de colaborar. Esa energía no se agota.

La gestión de la crisis

Gabriel Heras considera que la gestión de la crisis se ha hecho a golpe de improvisación, en la resolución de conflictos según iban surgiendo. Mientras que, en otros países con culturas colaborativas como Japón, Uruguay o Portugal, se ha puesto por encima de todo el bien común y se han tomado dos medidas enérgicas:

Contención y que la gente se quede en casa de verdad y detección masiva de casos: diagnosticar a los potenciales portadores asintomáticos que han ido perpetuando la pandemia. No parar el país cuando ya había 5800 casos infectados, sino mucho antes.

En palabras de Gabriel: no nos hemos dado cuenta de la magnitud del camión que nos iba a atropellar.  

No se puede culpar a los responsables, porque hace 5 meses nadie había oído hablar de esta enfermedad y estar prevenido contra algo que no existe es imposible, pero sí se les puede reprochar la falta de humildad, de reconocer su desconocimiento y escuchar a los expertos en diversos campos (economistas, científicos, gestores sociales, expertos en pandemias) y a los que están en primera línea para estudiar cuáles eran los pasos que se hubieran debido dar.

Debemos prevenir

Debemos tomar la lección de la prevención: debemos cuidarnos y llevar una vida sana para que las enfermedades no se ceben en nosotros. Hay que cuidarse y fomentar la medicina preventiva.

La otra lección que podemos extraer de estas semanas tan duras es la extraordinaria capacidad de superación de los trabajadores sanitarios ante la peor crisis sanitaria de la historia de España. Profesionales que han llevado a cabo una labor admirable pese a las carencias de un sistema que necesita cambios profundos para adaptarse a las realidades del siglo XXI.

En palabras de Heras:

Con esta crisis hemos descubierto que España no tiene el mejor sistema sanitario del mundo, pero sí tiene a los mejores profesionales

Conversaciones de optimistas con José Carlos Igeño

Conversaciones de optimistas con José Carlos Igeño

El 14 de noviembre de 2018 se celebró la IV Gala de los Premios Fundación Hospital Optimista, donde se daban a conocer los ganadores de las diferentes categorías de esta edición.

La emoción de los asistentes se respiraba mientras Joaquín Prat, presentador de la gala, iba nombrado las diferentes categorías de los premios.

Cuando llegó el turno de la categoría de Mánager Positivo, subieron al escenario los tres finalistas de esta categoría, entre ellos José Carlos Igeño, Jefe de Servicio de la UCI del Hospital San Juan de Dios de Córdoba.

Quien se llevaba las manos a la cabeza de emoción, al conocer que su esfuerzo y trabajo constante ahora se verían reflejados en un trofeo ganador, el primer premio era para él.

El mes pasado tuvimos la suerte de recibir su visita, conocer a un mánager diferente, un mánager positivo que compartió con nosotros las claves de su forma de trabajar.

No podíamos dejar escapar esta gran oportunidad, nuestra nueva sección de entrevistas “Conversaciones de optimistas” debía ser inaugurada con él.

Durante esta entrevista pudimos conocerle mejor. Ya sabíamos que no era un mánager común, aun así, consiguió sorprendernos.

José Carlos nos describe la medicina como “una profesión científico humanista”. Nos trasladó la importancia de que tanto la ciencia como la humanidad trabajen conjuntamente, sin olvidarnos de ninguna de ellas, ya que ambas son igual de necesarias en la recuperación de los pacientes.

Pudimos conocer su preocupación por mantener en su servicio un equipo cohesionado, en el que siempre se puede hablar de todo, incluso de los errores.

A diferencia de otros mánagers, para José Carlos Igeño fallar “es bueno porque has hecho algo”. De los errores siempre se aprende, por ello es mejor intentarlo a quedarse sin hacer nada por miedo a errar, es lo que nos permite mejorar día a día.

También es importante medirlo todo, buscar áreas de mejora y potenciar todo aquello que ya hacemos bien, por ello para él es tan importante saber la salud psicosocial de su servicio. Una de las formas para conocer estos datos fue la herramienta HERO CHECK HOS (estudio realizado de manera gratuita durante el proceso de inscripción a las candidaturas de Centro Sanitario, Gerente Nariz Verde, Servicio Hospitalario y Mánager Positivo) que le permitió tomar conciencia del estado real de su servicio y volverá a utilizar este año, para conocer cómo han progresado como equipo.

Conoce al primer mánager positivo en esta conversación de optimistas y déjate inspirar por una forma diferente de trabajar.

 

Ronda abraza la filosofía Hospital Optimista

Ronda abraza la filosofía Hospital Optimista

El hospital de la Serranía de la localidad malagueña de Ronda ha albergado su segundo encuentro sobre humanización hacia personas en estado crítico, con la ponencia del director de Vygon España Florent Amion.

El simposio, que ha llenado la sala, estaba dirigido a profesionales sanitarios, especialmente a aquellos que desarrollan su labor diaria en servicios de Urgencias y Cuidados Críticos.

Bajo la colaboración de la Fundación Hospital Optimista, Florent ha abierto las ponencias presentando el libro ‘Soñando con un hospital optimista’, al tiempo que respondía a las preguntas sobre cómo debería ser una organización sanitaria saludable y cuáles son los pasos para conseguir establecerla.

En el acto también se han presentado los cuartos premios Hospital Optimista, cuyo período de inscripción ya está abierto a través del siguiente enlace