Claves para ser feliz en tu trabajo en el hospital

Claves para ser feliz en tu trabajo en el hospital

Desde lugares tan dispares como Argentina, Costa Rica, Francia, Venezuela o Italia, pero también, por supuesto, Palma de Mallorca, el Bierzo, Navarra, Reus o Córdoba… la semana pasada hemos vivido una Conversación de Optimistas multitudinaria, compartiendo las inquietudes y preguntas de l@s casi 1300 sanitari@s que se inscribieron a este webinar en el que contábamos con un invitado de lujo: Víctor Küppers.

Para esta conversación nuestros habituales tertulianos optimistas: Florent y Alberto, cedieron el protagonismo a Víctor para que compartiera con la audiencia sus puntos de vista.

Víctor no necesita presentaciones. Es uno de los más reconocidos conferenciantes motivacionales de España; pero las razones de su éxito en este campo no son casuales. Además de estar doctorado en Humanidades y ser experto en psicología positiva; es el entusiasmo, la pasión y la cercanía con las que trasmite, los que hacen de él un ponente único.

Víctor comenzó su conversación afirmando con modestia, como a menudo lo hace, que las ideas que vehicula no son suyas, pero que él aprende de los expertos y lo comparte con quienes quieran oírle. Las claves que Víctor nos transmitió en este webinar no son grandes secretos, sino ideas sencillas que debemos tener presentes en el día a día y que nos ayudan a encontrar la calma y el bienestar aún en situaciones complicadas. A apreciar lo bueno que hay en nuestras vidas y a saber gestionar lo malo.

El objetivo de esta conversación era ofrecer a l@s sanitari@s claves para recuperar la ilusión por la profesión que un día eligieron vocacionalmente y para lograr ser felices ejerciendo este trabajo. Para ello, habilitamos una plataforma en la que os propusimos que nos hicierais llegar vuestras preguntas y casos reales de situaciones en las que os sentís desbordados o superados. Vuestra reacción fue abrumadoras: recibimos tantas consultas que hubieran sido necesarias varias horas de conversación para responderlas todas. Por ello decidimos condensarlas en cuatro grandes temas:

  • Las demandas del trabajo: demandas emocionales y de autoexigencia
  • Nuestra relación con los demás (en entornos en los que no todos se comprometen del mismo modo)
  • Cómo actuar en un sistema que dificulta la felicidad
  • La dificultad de liderar un equipo sanitario

Las demandas del trabajo: demandas emocionales y de autoexigencia

Rápidamente Víctor entró en materia con el primero de los bloques:
Cómo ser feliz en un entorno que demanda tanto emocionalmente de sus trabajadores y en el que ell@s mism@s tienden a un alto nivel de autoexigencia.

Víctor recordó que se trata de un trabajo vocacional y es una suerte ejercer una profesión que adoramos; sin embargo, las circunstancias los llevan a odiar su trabajo porque les empuja a perder su vocación de servir y ayudar. Por eso es importante no perder el sentido de esa profesión: ayudar a otras personas.

Si no te motiva tu trabajo es muy difícil ser feliz.

Por otra parte, hay que ser conscientes de los problemas que tenemos en la vida: hay problemas que son dramas y hay problemas que son circunstancias a resolver.
Todos hemos vivido dramas: la pérdida de un ser querido, una enfermedad complicada, la pérdida de un empleo, la imposibilidad de llegar a fin de mes.

Cuando vivimos un drama tenemos todo el derecho a sentirnos tristes, enfadados y frustrados… todo lo demás son circunstancias a resolver. Estamos demasiado acostumbrados a quejarnos, a dejarnos hundir por pequeños detalles que nos quitan la alegría. No tenemos derecho a enfadarnos por cosas sin importancia como que nos sirvan el café frío o que hayamos perdido el tren de cercanías.

Otro factor que nos ayudará a ser felices es valorar las cosas positivas. A veces no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos… no por haber escuchado esta frase cientos de veces deja de ser verdad. Estamos tan centrados en nuestros problemas que no nos paramos a apreciar cuantas cosas maravillosas tenemos alrededor. El de sanitario es un trabajo que, a pesar de todos los sinsabores, es gratificante, y se realiza en equipo, por lo que no falta el contacto humano. La psicología positiva no nos quita los problemas, pero da fuerza y ánimos para afrontarlos. Cuanto más tiempo dedicamos a pensar en lo que sí funciona en nuestra vida, lo que sí nos gusta, lo que es bonito y va bien, más agradecidos nos volvemos y más ánimo tenemos para afrontar las dificultades.

Florent apuntó que dentro de este campo de las demandas laborales existe un factor que nos aleja del bienestar como es tener un nivel de autoexigencia demasiad alto: queremos que todo salga perfecto y si no lo logramos nos dejamos llevar por el desánimo y la frustración.

Víctor respondió que admiraba a las personas que pudiendo caer en la rutina y la desmotivación intentan ser extraordinarias en la autoexigencia, que ve como una gran virtud: Debemos aspirar a ser extraordinarios en todo lo que hacemos.

Pero debemos exigirnos lo que podemos hacer. Nada más.
Los resultados no son exigibles, porque intervienen muchas variables que escapan a nuestro control. Pero el esfuerzo y la actitud es innegociable. Cuando sabemos que hemos hecho todo lo posible y más, debemos estar tranquilos.

Alberto propuso un caso real: Tras una guarda de 24 horas, gestionando momentos difíciles, sentimientos que se nos pueden transferir… ¿Cuál es el secreto para al salir a las 8:00 de la mañana, llegar a casa y no llevarse esa parte del trabajo que resulta complejo quitarse de encima?

Víctor señaló que el personal sanitario debe aprender a gestionar su empatía. Somos humanos y no podemos perder esa humanidad porque esto desvirtuaría este trabajo. El personal sanitario debe ser consciente de que gracias a su trabajo hay personas que han sufrido menos, han estado un poquito mejor, ha contribuido a hacer su vida un poco más agradable. Esa es la esencia del trabajo de los sanitarios.

Por eso cuando un@ sanitari@ regresa a casa tras una larga guardia debe reflexionar sobre las últimas horas y sentirse satisfech@ de haber logrado ayudar y hacer sentir bien a sus pacientes. Eso da sentido a su trabajo.

La relación con las personas con las que trabajamos

Pasando al siguiente bloque, Alberto transmitió a Víctor algunas de las preguntas que enviaron los alumnos de este webinar relativas a las relaciones entre compañer@s dentro del hospital.

¿Qué podemos hacer si tenemos compañer@s “tóxic@s” con las que es muy difícil ser empátic@?

Víctor respondió que nuestro gran patrimonio como personas es la calidad humana. Debemos aspirar a ser buenas personas. Hay que reivindicar la bondad, la compasión, el altruismo, el compañerismo. Eso es lo que nos hace extraordinarios. Partiendo de la base que actuar así nos hace sentir mejor, para hacer frente a las personas llamadas “tóxicas”, o negativas, la psicología positiva propone dos opciones:

Alejarse de ellas (porque nos quitan la energía) o, como prefiere Víctor (aunque sea una corriente más minoritaria) acércate a esas personas porque cuando alguien está siempre de mal humor, no sonríe o tiene mal carácter, a menudo se trata de una persona que está sufriendo, por eso debemos escucharlos, dedicarles tiempo y hacerles sentirse importantes… lo más probable es que cambien. Debemos ser empáticos e ir más allá, ser compasivos: tener la capacidad de ponernos en su lugar con la intención de ayudar.

Trabajar en un hospital: hacer frente a un sistema que no ayuda

Florent propuso el siguiente tema que tratar: el sistema hospitalario sigue estando tremendamente jerarquizado, burocratizado y, en definitiva, deshumanizado. Esto contribuye a desmotivar a l@s profesionales. Frente a esto, ¿Qué se puede hacer?

Victor señaló que no debemos alejarnos de la serenidad. No se trata de resignarse, sino de aceptar que en la vida las cosas son como son, no como nos gustaría. No aceptar lo que no nos gusta es lo que nos hace sufrir y nos quita el ánimo y la alegría, que es nuestro principal recurso. Lo que plantea la psicología positiva es que nos preguntemos “¿está en tus manos o no está en tus manos?”… si no está en tus manos, no le des muchas vueltas porque vas a perder un tiempo que deberías destinar a lograr lo que sí está en tus manos. Es por esto por lo que hay que luchar. Y preguntarse: “¿Yo qué puedo hacer?”… para disfrutar de mi trabajo, para que mis pacientes estén bien atendidos, para ser mejor profesional, para ayudar a mis compañer@s…

También recomendó cuidarse: no todo se arregla con pastillas, sino que debemos ir al origen. Vivimos en una sociedad que se deja llevar por la prisa y debemos aprender a vivir en ese entorno. Disciplinas como la meditación, el yoga, el deporte… hacer puzles. Debemos encontrar algo que nos ayude a desconectar para huir de la ansiedad.

Por último, invitó a l@s sanitari@s a recuperar la ilusión. Pero no esperar que el entorno ponga las ilusiones en nuestro camino, sino buscarlas, crearlas.

¿Cómo afrontar la tarea de liderar un equipo sanitario?

Respecto a las dificultades de gestionar y motivar un equipo sanitario, Víctor señaló que no todo el mundo sirve para ser líder y desgraciadamente hay muchas personas en puestos de liderazgo que no tienen las cualidades que requiere el puesto. Y quienes no tienen estas capacidades deberían tener la humildad de admitir que no sirven.

Para ser líder hacen falta muchos requisitos, pero principalmente uno: tener la pasión por ayudar a los miembros del equipo a ser mejores personas y mejores profesionales.

Al liderazgo no es decirle a una persona lo que tiene que hacer y después comprobar que lo ha hecho. Liderar tienen que ver con inspirar, acompañar, transmitir, contagiar… esto tiene que ver con la calidad humana. Si uno es líder debe preguntarse si su equipo le admira o no, porque si no te admiran no puedes inspirar.

El líder debe ser consciente de que hay muchas cosas formales que puede pedir a su equipo (cumplir unos horarios, llevar un uniforme, rellenar unos documentos), pero lo más importante no se puede exigir: la actitud y el compromiso. Eso te lo tienes que merecer. Y te lo ganas siendo amable, interesándote sinceramente por sus problemas, ofreciendo elogios a lo que hacen bien. Los miembros del equipo necesitan sentirse queridos, valorados y apreciados. Tal vez no puedas ofrecerles más medios y más recursos, pero eso sí se lo puedes ofrecer.

A la pregunta de Alberto de si se puede ser feliz siendo jefe, Víctor respondió que a él no le gusta tanto hablar de felicidad, sino de preguntarse si tu vida es útil, si tiene sentido. A partir de cierta edad, cuando miramos atrás, no nos sentimos satisfechos tanto de los momentos en que fuimos felices, sino de cuando hicimos algo por los demás. Víctor no sabe si ser feliz es una elección personal, pero lo que sí se elige es la actitud que tenemos en la vida.

Ante l@s sanitari@s que en este contexto de capitalismo salvaje pierden la vocación, Víctor les recomendó que no tiren la toalla y que traten de dignificar la profesión a pesar de las circunstancias recordando lo esencial que les hizo amar esa profesión. Eso no ha cambiado.

Recomendaciones finales para seguir aprendiendo

Una de las personas que estaban siguiendo el webinar en directo, Ángela, solicitó a Víctor una recomendación de un libro.

Víctor no quiso recomendar un libro porque tal vez la persona que escucha la recomendación se lo compra, lo lee y no le gusta. Así que, para evitar que se gasten el dinero, les recomendó videos que son gratis, accesibles para tod@s y comparten conceptos que también están en los libros. Estos son los autores que Víctor nos recomendó:

Sonja Lyubomirsky. profesora de Psicología de la Universidad de California en Riverside.

Tal Ben Shahar, profesor de psicología en la Universidad de Harvard.

Martin Seligman, director del Departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania.

Luis Rojas-Marcos, profesor de psiquiatría en la Universidad de Nueva York.

 

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