Resiliencia: la mezcla de resistencia y flexibilidad que ayuda a los sanitarios

Resiliencia: la mezcla de resistencia y flexibilidad que ayuda a los sanitarios

Esta semana en la Conversación de Optimistas Florent y Alberto han hablado de resiliencia con Jose Juan Agudo, formador del módulo “Resiliencia, el secreto de las personas Diente de León” que os ofrecemos en el campus de la FHO.

Florent abrió la conversación comparando la resiliencia de la que hacen gala los sanitarios cada día, con la que deben demostrar los alpinistas y montañeros (actividades a las que Jose Juan es un apasionado) que se enfrentan a grandes desafíos bajo condiciones extremas… Aunque las circunstancias son muy diferentes, esa capacidad de crecer y evolucionar en medio de dificultades es la misma.

En ambos casos la resiliencia nos ayuda no solo a no hundirnos ante las dificultades, sino a salir reforzado de estas experiencias, especialmente en momentos de grandes desafíos.

Un camino hacia la resiliencia

Florent revisó con Jose Juan los siete peldaños que, según su propuesta y mediante la práctica, nos ayudan a cultivar la resiliencia. Alberto dio su punto de vista sobre cómo se refleja cada uno de ellos en el día a día en los hospitales.

Summun Bonum

Haz siempre lo mejor que puedas.

Debemos aprender a distinguir entre las cosas que están en nuestra mano y las que no lo están (por muy preocupantes que estas sean). Trataremos de mejorar aquello que está a nuestro alcance y dejaremos de darle vueltas y vueltas a los temas sobre los que no podemos hacer nada, ya que terminan por quitarnos poder y autoestima, y nos dejan un sentimiento de frustración muy pesado.

Alberto nos contó que cuando nos preguntan cómo nos hemos enfrentado a una situación y respondemos

Lo he hecho lo mejor que he podido

, esta frase resume para él esta actitud: hacerlo lo mejor que podemos dentro de nuestra área de influencia. Entre los compañeros sanitarios hay un sentimiento de que durante la pandemia se ha actuado así, centrándose cada uno en dar la mejor versión de sí mismo ocupándose incansablemente de hacerlo lo mejor posible sin preocuparse de más.

Premeditatio malorum

Ponte cara a cara con tus peores miedos, entrenando así la valentía.

Poniendo por escrito aquellos miedos que nos habitan, nuestro cerebro se centra en la esencia de aquello que nos provoca ese bloqueo. Esto se logra definiendo el miedo, proponiendo cómo podemos prevenir ese miedo y buscando soluciones que nos ayuden a reparar… imaginando cómo podemos actuar en caso de que esas circunstancias que nos provocan miedo sucedan.

Este análisis nos quita el peso de encima que supone tener un miedo indefinido constante que nos atenaza en la vida.

Según Alberto esto se reflejó claramente en los primeros días de la pandemia cuando el mayor miedo entre los sanitarios fue la incertidumbre que se logró superar mediante los planes de contingencia que se diseñaron y pusieron en marcha en los hospitales. Estos planes a nivel organizativo sirvieron para hacer que la gente sintiera el apoyo que les daba una seguridad sobre las posibles respuestas frente a diferentes situaciones.

Conversación de optimistas Resiliencia

Amor fati

Haz todo lo que puedas, pero acepta lo que venga.

Debemos aceptar que las cosas no van a ser siempre como nosotros quisiéramos. No debemos obsesionarnos con algo que ya no es posible.

Como dice Alberto:

Hay que saber renunciar a nuestro plan original

adaptándonos a las circunstancias que surgen en la vida, aunque no sean las que hubiéramos deseado.

Durante la pandemia fue muy difícil asumir las tasas de mortalidad tan altas. Esto fue duro de aceptar por los sanitarios y les pasó factura debido a su alto nivel de autoexigencia.

Según nos comentaba Jose Juan, la flexibilidad mental que distingue a las personas resilientes no significa que esta sea una situación placentera. No quiere decir que la persona resiliente no sufra durante el proceso, sino que es capaz de salir adelante reforzada a pesar de él.

Ostaculum via

Nadie escapa a tener que enfrentar dificultades, lo que nos diferencia es la herramienta que utilizamos para afrontarlas.

Debemos reconciliarnos con el hecho de que la vida está llena de obstáculos y a menudo nos veremos obligados a adaptarnos a las circunstancias. Debemos afrontarlo como algo que pone a prueba nuestra creatividad y la capacidad de encontrar soluciones nuevas a problemas nuevos. De este modo nuestro cerebro encuentra nuevas conexiones que nos ayudan a crecer.

Alberto ve la crisis sanitaria como una posibilidad de aportar soluciones creativas a problemas hasta entonces desconocidos. La necesidad de salir adelante en circunstancias excepcionales estimuló esa creatividad.

Ego vacum

La resiliencia es una habilidad adaptativa. La actitud de aprendiz nos pone en una posición de humildad y nos abre a incorporar conocimientos dejando de lado el ego que puede llevarnos a pensar que ya no tenemos nada que aprender.

Alberto lo ve así:

La mente más sana es la mente curiosa

No debemos perder la ilusión por seguir aprendiendo. Esta necesidad de renovarse y seguir aprendiendo es especialmente característica de las profesiones sanitarias.

Sympatheia

Somos las relaciones que frecuentamos. Es en el contacto con los otros donde descubrimos muchos de nuestros talentos y habilidades. Por eso debemos hacerles saber a las personas que tenemos cerca que nos importan, preocuparnos por ellos, mostrarles nuestra voluntad de ayudar y sobre todo ser agradecidos y generosos.

Alberto nos recordó la importancia de los abrazos que duran un poquito más de lo normal y nos llenan de energía.

Memento Mori

Todo momento es un puente a otro momento. Todo tiene un final (tanto lo bueno como lo malo) y debemos vivir y seguir adelante sin olvidar nuestro propósito.

Esta frase latina que, como nos recordó Jose Juan, es uno de los conceptos fundamentales del estoicismo, nos ayuda a recordar la fugacidad de la vida para centrarnos en el aquí y ahora.
A Alberto esto le recordó a un texto de la autora estadounidense L. R. Knost con el que cerró esta conversación de optimistas:

La vida es maravillosa.
Y de repente, es horrible.
Entonces, vuelve a ser maravillosa de nuevo.
Entremedio de lo maravilloso y lo horrible es ordinaria, rutinaria y mundana.
Respira, mientras es maravillosa.
Aguanta, cuando sea horrible.
Relájate y suspira mientras dure lo ordinario.
Vivir es desgarrador, liberador, maravilloso, horrible y ordinario.
Y es asombrosamente bonito.

Personas diente de león: el camino a la Resiliencia

Personas diente de león: el camino a la Resiliencia

¿Nunca te has preguntado cómo puede ser que algunas plantas crezcan en mitad del cemento y el asfalto? ¿No se supone que una planta necesita tierra, luz y agua para hacer la fotosíntesis y florecer?

Estamos sin duda ante una de las grandes lecciones de la madre naturaleza sobre cómo conseguir crecer en entornos de adversidad y dificultad. No quiere decir esto que ese crecimiento sea algo “agradable” o se vaya a disfrutar del proceso.  Crecer y avanzar no siempre significa placer o disfrute, es más, la mayoría de las veces no hay nada de eso.

El diente de león es capaz de sacarle partido a dos cualidades excepcionales para ello: la resistencia y la flexibilidad.

Ambas dos cualidades son la base de lo que conocemos en el campo del comportamiento y la psicología humana como Resiliencia, ese maravilloso arte-habilidad en el que se es capaz de seguir creciendo (aunque sin placer en ello) en medio de circunstancias nada favorables o más bien indeseadas.

La resiliencia, (o la persona Diente de león) se ha interpretado de diferentes maneras desde que hace algo más de una década aproximadamente se empezó a hablar y acuñar dicho término para referirse a esa habilidad poco común de conseguir salir adelante aún cuando todas las posibilidades o circunstancias apuntan en dirección contraria.

Hace apenas unos años algunos psicólogos ponían de relieve esta nueva destreza al rescatar las historias de los niños “diente de león” o niños de la guerra, que en algunos (aunque minoritarios) casos conseguían superar las terribles circunstancias vividas y eran capaces de llevar vidas “normales” en las que las secuelas de lo vivido no determinaban el global de sus vidas. Por supuesto, éstos eran y son una minoría.

 

¿Qué podemos aprender de los niños diente de león?

Estamos como en la mayoría de las habilidades y talentos ante una destreza que puede tener tanto una base genética como ser prendida. Los niños de la guerra resilientes suelen ser casos de seres que ya traen algo de serie, pero que también reciben ayuda y acaban saliendo adelante en mitad de la miseria, la injusticia y la falta de educación.

Otro gran escenario para el estudio y comprensión de la resiliencia fue lo acaecido a mitad del siglo pasado en los campos de concentración nazis donde solo una minoría fue capaz de encontrar el camino hacia la salvación.

Algo que destilan muchos de los testimonios de los supervivientes es que no siempre eran los más fuertes los que conseguían salir adelante, si no los que mejor respondían al entorno en términos de adaptación.

¿Cómo lo hacían?

Ahora ya sabemos que esa admirable capacidad que poseen algunas personas puede que tenga que ver con los genes, pero sobre todo se puede adquirir, aprender, mejorar y desarrollar con la pedagogía adecuada y en el tiempo requerido para ello. De hecho, si te paras a pesar sobre las personas resilientes más cercanas a ti verás que se han ido haciendo resilientes, no siempre lo fueron.

Por tanto, podemos decir que ser una persona resiliente o persona diente de león es un proceso humano en el que se cruzan dos habilidades combinadas: Resistencia y Flexibilidad. Vayamos un poco al grano de ambas destrezas.

 

Resistencia y Flexibilidad

Cuando nos referimos a “ser resistente” no nos referimos solamente al hecho de “aguantar” ya que en sí esta capacidad es limitada y finita. Aguantar por aguantar es soportar el peso del dolor, la dificultad, el sufrimiento o la desolación sin nada que lo compense, hasta que te den las fuerzas antes de romperte, partirte o rendirte.

La resistencia va más allá de la capacidad de aguantar por aguantar e incorpora un sentido final o propósito a esa experiencia nada favorable en la que a menudo nos vemos inmersos a lo largo de nuestras vidas. Como decía V. Frankl:

Si no tienes un para qué, ningún sufrimiento o dificultad tiene sentido y pronto perderemos las ganas de seguir aguantando

Parece que saber dotar de un sentido último a esa capacidad de “aguante” es lo que le confiere a la resistencia la cualidad de motor de avance en mitad de las inclemencias, dificultades o momentos difíciles.

Sufrir sin saber para qué se sufre es doble sufrimiento, agota el doble de recursos emocionales y no genera nada

¿Se puede aprender a dotar a las dificultades de un sentido último o propósito? La respuesta es sí, y ese es uno de los secretos de las personas diente de león.

Pero esta habilidad no sería suficiente para entender y practicar la esencia de la resiliencia. Nos hace falta acudir a su hermana “la flexibilidad” para tener todo el paisaje cubierto.

Por mucho que trabajemos el saber dotar a las dificultades y adversidades de sentido y propósito (y esto en sí miso ya es bastante complicado) si no soltamos algo de lastre no podremos florecer en mitad de lo complejo y salir a superficie.

A veces no es posible crecer en línea recta por lo que hay que estar dispuesto a “adaptarse y amoldarse” a algo que no teníamos en mente, a algo que hasta puede que odiemos, tarea peculiar y harto compleja también.

Y es que los seres humanos tenemos algo que se llama ego y que nos apega a que las cosas sean como queremos que sean, cuando queremos que sean, donde y con quien queremos que sean. Querer que lo placentero dure para siempre y al mismo tiempo mantener lo doloroso lo más alejado de nuestras vidas no es precisamente una actitud flexible, ni siquiera está cerca de serlo. Pretender que siempre luzca el sol y que no lleguen las nubes es no entender el proceso que hay detrás de una vida que florece. Por eso nos cuesta ser resilientes. Somos capaces de aguantar lo indecible pero mostramos poca flexibilidad cuando la vida nos trae algo inesperado, por eso acabamos rompiéndonos.

¿Qué significa ser una persona flexible? No hay dos formas iguales de entender las posibles respuestas a esta pregunta. La flexibilidad es algo tremendamente particular y personal, pues tiene que ver con los valores, los miedos, las expectativas vitales, la propia personalidad o las emociones. Lo único que puede tener en común cualquier posible respuesta a esta pregunta es que la flexibilidad supone no apegarse, encariñarse o aferrarse demasiado a nada en la vida, porque como bien explica la filosofía budista, todo acaba por cambiar, transformarse o desaparecer, antes o después.

Así que bienvenido a la aventura de cultivar la resiliencia en tu vida. Es un camino personal indelegable, es nominal, nadie lo va a hacer por ti y leer sobre ello no te va a hacer resiliente: hay que construirlo o cultivarlo.

No te digo que vaya a ser fácil, te digo que merece la pena.

Fomentar la autonomía del profesional sanitario: una asignatura pendiente

Fomentar la autonomía del profesional sanitario: una asignatura pendiente

Cuando evaluamos la salud psicosocial de un servicio, uno de los puntos que condicionan el bienestar de cada persona del equipo es el nivel de autonomía del que disfruta en su trabajo. 

La estructura de los centros sanitarios, tal como los conocemos, es bastante rígida y deja poco espacio para iniciativas o propuestas que se salgan de ella, por muy buenas que estas sean. 

Por norma general, los centros sanitarios poseen una escala jerárquica claramente estructurada en la que todo depende de una gerencia o dirección general, de la que a su vez dependen subdirecciones administrativas y asistenciales; y a partir de estas, en el caso de los servicios asistenciales, las direcciones de distintos ámbitos, como, por ejemplo: enfermería, salud mental, de distintas especialidades médicas y finalmente los servicios de cada especialidad 

¿En todo este entramado jerárquico, más o menos complicado según el tamaño y modelo de gestión de cada centro, qué posibilidad de autonomía tiene cada enfermera, cada médico, cada auxiliar que acude cada día a trabajar al hospital? 

 

¿Qué es la autonomía en el trabajo? 

Cuando hablamos de autonomía en el ámbito laboral nos referimos a la libertad que tiene cada empleado para controlar determinados aspectos de su actividad diaria 

Puede referirse a (1): 

  • la posibilidad de elegir y flexibilizar los horarios y autogestionar su tiempo, 
  • a la toma de decisiones sobre cómo ejecutar sus tareas, o  
  • a las herramientas/ técnicas que prefiere utilizar 

Ceder a cada persona que trabaja en el hospital la capacidad de decisión sobre determinados asuntos, conduce a un mayor nivel de confianza, aumenta la creatividad, incrementa la proactividad y supone una implicación sincera del sanitario en el funcionamiento de su servicio. 

 

La autonomía es buena para el sanitario 

Lograr un grado razonable de autonomía se percibe como un hecho positivo que repercute en gran medida en la felicidad que percibe con relación a su trabajo (2): el sanitario que disfruta de cierta autonomía se siente más valorado, su autoestima se ve reforzada y, con ello, también su sensación de éxito profesional 

Si, además, esta autonomía implica flexibilidad en los horarios, esto supone más facilidades para conciliar, lo que hará que se sienta más cómodo en su centro. 

 

Beneficios para la empresa 

La autonomía laboral incide favorablemente en el funcionamiento del centro sanitario que la ofrece a sus trabajadores (1): 

Aumenta el compromiso: El sanitario es partícipe de parte de las decisiones de su organización, así como de sus éxitos; esto aumenta su sentimiento de pertenencia, lo que genera equipos más fuertes y colaborativos que consiguen mejores resultados. 

Crece la motivación: Un sanitario que posee autonomía para gestionar su trabajo asume de forma personal los resultados o consecuencias de sus decisiones, lo que conduce a ser más responsable y a luchar por alcanzar sus metas con mayor empeño.   

Supone una mayor implicación: El sanitario que tiene mayor independencia, se identifica más con su centro y se siente parte de él: pone todos sus esfuerzos en perseguir el éxito para su centro. 

Se incrementa el rendimiento: Si el sanitario está más a gusto, más cómodo y más satisfecho con su trabajo: rinde mucho más.

 

Ofrecer tanta autonomía como permita el puesto 

Los gerentes y sobre todo los mánagers intermedios deben reflexionar sobre el grado de autonomía del que disponen los miembros de su equipo y qué hacer para promover que sientan que son útiles de cara al resto de la organización.  

Es cierto que determinados puestos están muy determinados a la ejecución de protocolos estrictos que dificultan el ejercicio de esa autonomía, pero cabe replantearse hasta qué punto estos protocolos pueden adaptarse para ofrecer mayor autonomía a cada uno de los empleados del centro sanitario. 

No hay que olvidar que la autonomía es un atributo de las personas resilientes (3), por lo que limitarla o no potenciarla es coartar esta resiliencia. 

Cuando en la realidad del día a día del hospital surgen imprevistos, estos suelen dificultar el desarrollo del trabajo normal y generan malestar e impotencia entre los sanitarios.  

A menudo, los sanitarios no tienen la suficiente autonomía para resolver la situación 

La falta de potestad para resolver la incidencia genera un retraso en la resolución de esta; provoca un bloqueo. 

Estas situaciones generan estrés por no poder resolver la situación o no tener autorización para hacerlo.  Y por supuesto, suponen un perjuicio para los pacientes que sufren las consecuencias en última instancia. Esto se podría solucionar si se diese mayor autonomía a los profesionales. 

 

Profesionales con autonomía: posibles capitanes optimistas 

Hace unos meses nos contaba Daniel Castillo Díaz, Capitán Optimista 2020, cómo sus iniciativas, lejos de ser mal vistas por su centro sanitario, han sido alentadas 

Gracias a este apoyo, Daniel puede sacar adelante actividades como visitas sorpresa de animales de compañía a sus dueños en el hospital, videollamadas de los pacientes a sus familiares, conciertos en los pasillos o fiestas de cumpleaños, etc.

Y es que, como dice el libro Soñando con un hospital optimista: “sin una parcela de autonomía es imposible que el Capitán Optimista vuele alto

 

 

 

 

Bibliografía

-(1) ¿Por qué dar autonomía a los empleados? – HRTrends. https://empresas.infoempleo.com/hrtrends/dar-autonomia-a-empleados

-(2) Cómo elevar la productividad y mejorar la autonomía del trabajador – Artículo Psicología y Mente https://psicologiaymente.com/organizaciones/elevar-productividad-autonomia-trabajador -(3) Cualidades o atributos de la persona resiliente – Urbalab Gandía https://www.urbalabgandia.com/wp-content/uploads/autoaprenentatge-en-linia/61.Resiliencia/cualidades_o_atributos_de_la_persona_resiliente.html -Perspectivas en Psicología: Revista de Psicología y Ciencias Afines ISSN: 1668-7175perspect@seadpsi.com.ar Universidad Nacional de Mar del Plata Argentina Stover, Juliana Beatriz; Bruno, Flavia Eugenia; Uriel, Fabiana Edith; Fernández Liporace, Mercedes Teoría de la Autodeterminación: una revisión teórica Perspectivas en Psicología: Revista de Psicología y Ciencias Afines, vol. 14, núm. 2, diciembre, 2017, pp. 105-115 Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina. https://www.redalyc.org/pdf/4835/483555396010.pdf

-Intrinsic Motivation and Self-Determination in Human Behavior. Authors: Edward Deci & Richard M. Ryan https://www.springer.com/gp/book/9780306420221

-Resiliencia: definición, características y utilidad del concepto. Elisardo Becoña. Facultad de Psicología, Universidad de Santiago de Compostela. Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 11, N.’ 3,pp. 125-146,2006 ISSN 1136-5420/06. http://revistas.uned.es/index.php/RPPC/article/viewFile/4024/3878 -Autonomía del trabajo y satisfacción laboral en trabajadores de una universidad peruana

– Apuntes Universitarios. Revista de Investigación, vol. 8, núm. 3, pp. 43-56, 2018 Universidad Peruana Unión. https://www.redalyc.org/jatsRepo/4676/467657107003/html/index.html

 

Cuento de Salud laboral. Construyendo una historia optimista en un equipo ganador

Cuento de Salud laboral. Construyendo una historia optimista en un equipo ganador

Durante la primera quincena de diciembre asistimos a las votaciones para elegir la Historia más optimista de la VI edición de los premios de la Fundación Hospital Optimista. Una historia que debía tener como trasfondo la covid 19 que durante el pasado año ha condicionado el día a día dentro y fuera de los hospitales.

Participaban 13 historias recibidas desde distintos centros hospitalarios de toda España.

Nos llegaron relatos de parejas ingresadas juntas para poder luchar contra la enfermedad cogidas de la mano, vivencias de superación de sanitarios ovacionados por sus compañeros a la salida de la UCI, de hospitales reconvertidos de la noche a la mañana para acoger a pacientes de covid…

De entre todas ellas, la ganadora es Cuento de salud laboral, una historia de compañerismo y cooperación que nos llegaba desde el servicio de prevención mancomunado de los Hospitales Universitarios Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General Villalba.

Ayer hablamos con sus creadoras: las enfermeras Yohana Salgado Balbas y Jennifer Sanchez Paniagua Castillo y la doctora Ámbar Deschamps Perdomo, que forman parte de este equipo de prevención que da servicio a los tres hospitales madrileños.

Los servicios de prevención: Cuidadores de quienes cuidan

Como parte de ese servicio de prevención, Ámbar, Yohana y Jennifer son muy conscientes de la relevancia de su trabajo. Su principal tarea, en palabras de Jennifer, es que “el trabajador del hospital regrese a su casa en las mismas condiciones en las que salió de ella”. Las herramientas para conseguirlo son: el humor para lidiar en los momentos de más estrés, el amor, la empatía y la resiliencia; factor clave en estos momentos, tras tantos meses en los que la situación en los hospitales no termina de volver a la normalidad a la que estábamos habituados.

Jennifer y Yohana

Ámbar destaca lo positivo que ha sido para su servicio de prevención el haberse presentado a los premios. No ya por haber ganado, sino porque les ha permitido hacer una introspección que les ha hecho ser conscientes de que llevaban mucho tiempo haciendo muchas cosas bien, pero al mismo tiempo les ha permitido revisar ciertas cosas que son mejorables.  Siendo conscientes y poniendo en la balanza debilidades, amenazas, fortalezas, y oportunidades que, tras un análisis, ayudan al equipo a seguir mejorando.

Yohana recalca las ventajas de evaluar psicosocialmente los servicios sanitarios y sus profesionales; y considera que hacerlo hoy, en el contexto de la pandemia, es imprescindible, ya que forma parte de la salud global de las personas y en estos tiempos debemos cuidarla más que nunca.

El proceso de recreación de la Historia más optimista

La creación de un video para participar en un concurso no está específicamente entre las funciones de un equipo de sanitarios, sin embargo, este tipo de actividades puede ayudar a fomentar la cohesión del servicio. Yohana nos explica que su intención era relatar una historia sencilla, desdramatizada y que reflejara la alegría y el buen humor con el que habían conseguido mantenerse frente a una situación tan adversa. A partir del guion que ella misma escribió, fueron recopilando recuerdos, fotos y videos que ensamblaron con ayuda del equipo de comunicación.

La gratitud como motor de evolución del equipo

Si hay algo que caracteriza a su servicio, la gratitud es, en palabras de Ámbar, lo que más les distingue.

Desde hace meses su servicio viene utilizando la app de gratitud que ofrece la fundación Hospital Optimista a los centros sanitarios. Ámbar nos contó que esta app les ayuda a ser conscientes de muchos gestos que a menudo nos pasan desapercibidos o damos por hecho. La app les ayuda a plasmar esos pequeños agradecimientos añadiendo, a veces, un toque de humor. También les ayuda a poner por escrito agradecimientos más sentidos que en ocasiones han logrado emocionarles. Servicio de prevención mancomunado de los Hospitales Universitarios Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General Villalba

Según nos contaban, al igual que es necesario entrenar cualquier habilidad que deseamos que se vuelva parte de nuestra rutina diaria, el caso de la gratitud no es una excepción. Debemos entrenar el músculo de la gratitud para que se vuelva parte de nuestro hacer diario. Pero no basta con decir “gracias”. Cuando somos conscientes de la virtud* que estamos apreciando en ese compañero o compañera, el agradecimiento se reviste de sentido.

Evidencias científicas sobre la relación entre felicidad y salud

Terminamos nuestra conversación citando un artículo que la doctora Ámbar Deschamps acaba de publicar, en el que profundiza en las evidencias científicas que justifican la correlación entre felicidad y salud. Nos contó que la felicidad es un estado mental sobre el que podemos trabajar para lograr un cerebro coherente, sano, flexible y consciente. No debemos confundir bienestar con felicidad, ya que esta última tiene más que ver con una capacidad de adaptación.

Su estudio pone el foco en el efecto beneficioso de la felicidad sobre un mejor estado de salud.  Sus beneficios van desde una disminución de los niveles de colesterol malo o de los eventos cardiovasculares hasta una menor probabilidad de enfermarse, ya que refuerza el sistema inmunológico incrementando la producción de anticuerpos y modulando la respuesta inmunitaria.

Lo que aprendimos durante la pandemia

Como conclusión nos dejaron su punto de vista con relación a la situación que estamos viviendo. Lo que ha cambiado en la forma de trabajar en los hospitales, y que ellas creen que permanecerá, es la forma de trabajar en equipo. La lucha contra la covid-19 ha reforzado esa cohesión dentro de los servicios e inter-servicios y es una enseñanza que, desde su punto de vista, los centros hospitalarios van a incorporar.

 

*De acuerdo con Martin Seligman, pionero de la psicología positiva, existen seis virtudes universales de los seres humanos: sabiduría y conocimiento, coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia. Cada medalla que se envía a través de la app de agradecimiento se justifica en una de estas seis virtudes humanas.