Entre ola y ola de Covid19, ¿Para qué y cómo plantar la semilla de la gratitud en tu hospital?

Entre ola y ola de Covid19, ¿Para qué y cómo plantar la semilla de la gratitud en tu hospital?

Tras un verano en el que la pandemia ha dado una tregua solo relativa a los sanitarios españoles, el otoño nos está dejando cifras de contagios que han vuelto a poner a los hospitales en una situación de sobrecarga asistencial.

Aunque las cifras de incidencia acumulada, los nuevos ingresos y la tasa de ocupación de las UCIS han mejorado en las últimas semanas, la sensación de cansancio acumulado y el no tener la certeza de cuando saldremos totalmente de la pandemia siguen haciendo mella en la moral de nuestros sanitarios que continúan al pie del cañón.

Los aplausos de la primavera fueron sin duda la mayor muestra de gratitud colectiva que hayamos conocido en España. Se trató entonces de un movimiento casi unánime que pretendía reconocer el valor de una profesión. Pero, al abandonar el confinamiento, estos aplausos se diluyeron y… ¿quién da ahora las gracias a los sanitarios por su labor diaria?

Un agradecimiento a tiempo vale mucho

Tenemos aún por delante meses difíciles hasta que logremos librarnos completamente de la pandemia. Meses especialmente duros por la incertidumbre de lo que pueda venir después.

El recelo ante un futuro cercano impreciso puede favorecer que se instaure en los servicios un ambiente de queja continua y de crítica a las actitudes ajenas… Se trata de revertir esa tendencia y de ser conscientes de las cosas por las que podemos estar agradecidos. Entender que un simple “gracias” entre compañeros tiene mucho más valor de lo que imaginamos.

En esta dinámica, cada detalle, cada gesto, cuenta. Cuando un servicio de un hospital está dándolo todo de sí, unas palabras de reconocimiento ayudan a seguir adelante y a hacer sentir que cada uno de los miembros del equipo tiene una misión importante.

Existen estudios científicos de Psicología Positiva Aplicada que muestran que es posible desarrollar programas de intervención que mejoran el potencial humano: si podemos entrenarnos a ser tolerantes, cooperativos, optimistas, compasivos, comprensivos, altruistas, responsables y perseverantes, también podemos aprender a perdonar, a cooperar y a ser agradecidos.

Aunque es cierto que estas fortalezas se suelen adquirir mediante aprendizajes informales, a través de la relación interpersonal; también es posible entrenarlas: Podemos aprender a ser agradecidos.

La app que ayuda a instaurar la cultura del agradecimiento en los hospitales

Y en esta segunda ola de la pandemia los sanitarios cuentan con una herramienta que les ayudará en este aprendizaje: la Fundación Hospital Optimista ofrece a los servicios hospitalarios la app de gratitud que ya ha demostrado su utilidad para ayudar a los equipos en su progresión hacia la cultura del agradecimiento.

Como bien nos explicó Carmen Soler Pagán hace algunas semanas cuando presentó el estudio sobre la gratitud que ha realizado junto a las doctoras Marisa Salanova Soria (del equipo WANT de la Universitat Jaume I de Castellón) e Isabella Meneghel (de la Universitat Internacional de Catalunya), la gratitud beneficia a los profesionales: reduce el estrés percibido y la depresión, además de mejorar la productividad y la calidad del servicio a los pacientes.

Los candidatos a los premios Hospital Optimista de este año han tenido el privilegio de ser los primeros en beneficiarse gratuitamente de esta herramienta que les ayudará a mejorar el ambiente en sus servicios.

En las dos primeras semanas y media de uso de la aplicación (desde el 13 de noviembre), más de 400 sanitarios de 29 servicios hospitalarios de España han entregado casi 1.300 medallas a sus compañeros agradeciéndoles un gesto, una palabra amable dicha a tiempo o una acción merecedora de ese pequeño premio.

Esas casi 1.300 medallas son un premio para quienes las han recibido, pero también para quienes las han dado, porque no hay que olvidar que la gratitud es una emoción positiva que tiene numerosos beneficios en nuestra propia salud y bienestar.

La gratitud: un premio para quien la practica

Practicar la gratitud nos protege de emociones negativas como la envidia, el resentimiento o la amargura. Nos aleja de la depresión o la ansiedad. Mejora la tolerancia al estrés y aumenta nuestra capacidad de hacer frente a situaciones adversas: la resiliencia.

Y a medio plazo también mejora la salud física. Las personas agradecidas se sienten con más energía; duermen y descansan mejor y son capaces de recuperarse con mayor rapidez de algunas enfermedades y prevenir algunos desórdenes mentales.

Si ya tienes la app y la estás utilizando, comparte tus experiencias y cuéntanos cómo están cambiando las cosas en tu servicio.