Los últimos 15 días de noviembre han estado llenos de emoción para los candidatos al premio especial “Capitán Optimista – Dr. Antonio Cepillo” de 2021.
A medida que pasaban los días, los compañeros de los capitanes y capitanas ponían todos sus esfuerzos en conseguir votos para su candidatura.
Este año hemos tenido 13 capitanes y capitanas que han generado miles de “likes” en Facebook y con ellos cientos de comentarios que alababan su buen hacer y personalidad única que los convierten en capitanes del optimismo en su hospital.
Enfermeras, administrativas de atención al cliente, médicos, auxiliares, fisioterapeutas, jefes de servicio, residentes… Profesionales que marcan la diferencia con ese trato especial que ofrecen a los pacientes y con la amabilidad y buen humor que les caracterizan con sus compañeros.
Tres de ellos han llegado hasta el podio de los capitanes optimistas. Vamos a conocerlos mejor…
Jose María Segura Aumente
Jose María, o Pepe, como le conocen sus compañeros de la Unidad de Gestión Clínica de Cardiología del Hospital Universitario Ciudad de Jaén es el residente favorito de sus compañeros por la alegría que derrocha por donde pasa.
Por eso Ana María Talens, Supervisora de Enfermería, no dudó en enviar su candidatura.
Su carácter simpático, sencillo y humilde hacían de él un capitán optimista tras la estela del enfermero Francisco José Serrano, también sanitario en el Hospital Universitario Ciudad de Jaén, que quedó en segundo lugar en la pasada edición.
Su complicidad con los pacientes siempre consigue sacarles una sonrisa a pesar de estar viviendo situaciones adversas.
Por todo ello no es sorprendente que José María haya logrado hacerse con el 3er puesto de Capitán Optimista en la edición de este año a pesar del poco tiempo que lleva en el servicio.
Jose María González Hermosa
En el 2º puesto por el número de votos logrados tenemos a otro José María: Jose María González Hermosa es enfermero de quirófano en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Para hacernos una idea de qué mueve a José María, valgan dos ejemplos de la humanidad que derrocha con pacientes y compañeros:
Durante la pandemia, sus compañeras de pediatría le contaron que un niño que llevaba dos meses ingresado en tratamiento era un seguidor fanático de Batman. Esas compañeras, queriendo dar una sorpresa al pequeño consiguieron un traje, sin embargo, les faltaba el “actor” que se pusiera en la piel del superhéroe… No fue complicado elegir un voluntario: rápidamente pensaron en José María, que no dudó ni un momento.
En sus propias palabras:
Ver la ilusión en la cara de los niños no tiene nada comparable, y el agradecimiento de sus padres por lo que a ti te parece un pequeño gesto y para ellos significa un mundo, es brutal.
Además, el pasado mes de octubre, José María, que es corredor aficionado, decidió correr la maratón de París para recaudar fondos para la Fundación Aladina.
En unos días la noticia corrió como la pólvora por todo el hospital, periódicos, radio, televisión… La gente se volcó con la idea igual que se han volcado después con su candidatura de Capitán Optimista.
Completar los 42 km de la maratón nunca fue tan fácil.
Isabel Orta Peral
Beli, como la conocen sus compañeros del Hospital de Valme en Sevilla, es enfermera de medicina preventiva.
Cuando Rocío del Pilar Cordero, Supervisora de Enfermería en la Unidad de Pediatría de este hospital, conoció a Beli no le costó ver en ella a la Capitana Optimista que ha demostrado ser.
La fuerza de Beli reside en su sensibilidad que le ayuda a captar los sentimientos de los demás demostrando una empatía fuera de serie.
Pero si hay algo que caracteriza a Beli es la resiliencia, esa capacidad de sobreponerse que hizo que comenzara un proyecto ilusionante dentro de tanto caos.
Durante los peores meses de la pandemia creó un grupo de difusión en whastspp y todas las mañanas sobre las 7:30 mandaba una poesía recitada por ella. Esa lista cada vez se hacía más grande y llegó a alcanzar a más de 200 compañeros del hospital que se evadían durante un rato escuchándola a ella.
Su iniciativa se prolongó durante más de un año, mandando poesía todos los días, incluso en festivo.
Este verano, el día de su cumpleaños dejó de hacerlo; necesitaba un descanso, pero por aclamación del público ese parón duró poco y a día de hoy sigue mandando sus poesías.
Pero, además, Beli es la enfermera Cuentacuentos del Hospital de Valme.
Este proyecto surgió por esa inquietud de Beli de ayudar a los demás: especialmente a los niños y niñas que están hospitalizados.
Ella quería hacer más feliz el día a día de los pacientes más pequeñitos que además durante el periodo de pandemia tenían la escuela de la planta cerrada, restricciones de visitas y se aburrían bastante.
Es así cómo empezó a contar cuentos de forma esporádica con su nariz de payaso encima de la mascarilla y su sombrero de trovador. Los niños y niñas estaban maravillados, no podían creer que hubiera cuentacuentos en el hospital y que se los contara en su habitación.
Este proyecto fue tomando forma y se hizo con un pijama personalizado que su amiga Inma diseñó especialmente para ella y unas tarjetas con los cuentos que tiene en su repertorio para que los niños elijan el que más le guste.
Su idea es “ser una máquina expendedora de cuentos “.
También tiene unos panfletos con una caricatura suya para que los niños lo coloreen cuando ella se marcha.
Esta actividad hace tan felices los niños que se transfiere a los familiares, compañeros y a ella misma.
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